Soldadura-TIG

El proceso TIG se caracteriza por soldar bajo el calor que genera un arco eléctrico entre un electrodo de tungsteno de alta calidad y el metal base. Este arco puede generar un intenso calor que se ocupa de fundir la superficie del metal base para formar un baño de metal fundido tan fuerte como para soldar con o sin aporte, según sea el espesor del metal base involucrado.

El arco eléctrico está formado por un flujo de electrones e iones que se mantienen circundado por el gas o la mezcla de gases inertes que sirven para proteger el electrodo caliente y el baño de metal fundido al desplazar el aire de las inmediaciones.

Este proceso permite que las soldaduras sean de alta calidad en casi todos los metales y aleaciones. Por ello, es necesario usar los electrodos correctos para conseguir la calidad formulada que permita elevar la capacidad de corriente.

Además de esto, los electrodos son cómodos para usar por el fácil encendido y re-encendido. Son, de igual forma, de larga vida porque presentan resistencia a la corrosión provocada por las altas temperaturas por el flujo termo electro iónico, incrementando su resistencia a no contaminar el baño del material fundido.

La soldadura TIG requiere de una serie de prevenciones específicas que nos ayudarán a salvaguardar nuestra salud mientras se trabaja con este proceso y no solo estar enfocados en conseguir buenos resultados.

• En la zona de afilado debe utilizarse una máquina de afilado que opere en circuito cerrado. De modo que recoja el polvo en un recipiente ubicado en la base de la misa.
• En el caso de utilizar una muela abrasiva, se debe reservar en una zona específica, separada físicamente en el resto de las zonas de trabajo.
• Se debe utilizar muelas con sistemas de aspiración, que las envuelva de la mejor manera posible y que faciliten la recolección de polvo generado en la afiliación.
• Es recomendable utilizar un sistema de aspiración para limpiar con frecuencia la zona donde se realiza el proceso de afilado.