La espectroscopia de absorción atómica tiene aplicaciones en la química analítica. Cumple su función en determinar la concentración de un elemento metálico específico en una muestra. Con esta técnica es posible analizar más de 62 metales diferentes en la solución, mediante un equipo de absorción atómica.
Aunque la técnica de espectroscopia de absorción atómica remonta su origen a principios del siglo XIX. La forma moderna fue desarrollada en gran medida durante la década de los 50 por un equipo de científicos en Australia, dirigidos por Alan Walsh.
Para la espectroscopia de absorción atómica se utiliza frecuentemente acetileno como gas combustible. Para ello se requieren niveles bajos de fosfina y sulfuro de hidrógeno para conseguir una llama más limpia y menores interferencias. Cuando esto sucede, se garantiza la máxima precisión en los análisis.
Como gases oxidantes generalmente se emplean el aire y el óxido nitroso. Se precisan niveles bajos de agua, hidrocarburos, CO y CO2 para garantizar la precisión.
Instrumentación de la espectroscopia de absorción atómica
Es necesario atomizar la muestra de la que se requiere el análisis de sus constituyentes atómicos. En primer, lugar la muestra debe ser iluminada por la luz.
Esta luz se transmite y se introduce por un detector con el fin de reducir el efecto de emisión del atomizador. Por lo general, se utiliza un espectrómetro entre el atomizador y el detector.
Para la espectroscopia de absorción atómica se requiere un equipo de absorción atómica tiene su proceso de atomizar la muestra y se emplea la mayoría del tiempo una llama. También pueden utilizarse otros atomizadores, como el horno de grafito o los plasmas, principalmente los plasmas de acoplamiento inductivo.
En ese sentido, al utilizar un equipo absorción atómica de llama, se trabaja para que esta pase a lo largo lentamente y no en profundidad. La altura de la llama sobre la cabeza del quemador se puede controlar mediante un ajuste del flujo de mezcla de combustible. Un haz de luz pasa a través de esta llama en el lado más largo del eje e impacta en un detector.
Al requerir que una muestra en estado líquido, que a su vez se convierta en gas atómico, son necesarios tres pasos: El primero consiste en la desolvación y corresponde a cuando el líquido disolvente se evapora y la muestra permanece seca.
Luego la muestra sólida se evapora a gas. Finalmente, en la atomización, los compuestos de la muestra se dividen en átomos libres.
Aplicaciones del análisis de la separación de átomos
La espectroscopia de absorción atómica tiene aplicaciones en la investigación científica, como por ejemplo: análisis de aguas, muestras geológicas, muestras orgánicas, metales y aleaciones, petróleo y sus subproductos. También es útil para una amplia gama de muestras de industrias químicas y farmacéuticas.
En la espectroscopia de absorción atómica aplicaciones con llama deben su popularidad se deben a su especificidad, sensibilidad y facilidad de operación. Con este método, la solución muestra es directamente aspirada a una llama de flujo laminar.
La llama tiene como función generar átomos en su estado fundamental, de los elementos presentes en la solución muestra.
Puede que tal vez te interese leer: Emisión atómica: el detector para elementos volátiles