El transporte de alimentos a temperaturas reguladas es una práctica común para llevar estos compuestos a través de una cadena. Es decir, desde su espacio de producción, pasando por el lugar de comercialización y hasta la mesa del consumidor. Las empresas que intervienen en estas prácticas son responsables de adoptar normativas de higiene muy estrictas. Esto con el fin de asegurar un elevado nivel de protección de salud. Aprendamos más sobre este tema.
El sistema de autocontrol debe actualizarse constantemente y se basa en principios de análisis en función del peligro y los puntos de control crítico. El régimen es sumamente exigente, ya que el transporte de alimentos es un práctica que se repite en sucesivas ocasiones. Además, de realizarse sin precauciones, existe un gran porcentaje de contaminación.
Ahora bien, el reglamento técnico-sanitaria que establece las condiciones en que debe efectuarse el transporte de los alimentos, comprende algunos conceptos básicos. Para empezar, se requiere de un vehículo isotermo, el cual posee una caja. Este espacio cuenta con paredes elaboradas a base de materiales aislantes, incluyendo puertas, piso y techo. Su función es limitar los intercambios de calor entre el interior y el exterior.
Como resultado de estas condiciones de atmósfera controlada, el coeficiente global de transmisión térmica, conocido como coeficiente K, permite clasificar al vehículo en cuestión dentro de dos categorías. La primera, considerada normal, se caracteriza por un coeficiente K igual o inferior a 0,7 w/metro cuadrado °C (=0,6 Kcal/h. m2. °C). Mientras que los de segundo orden se reconocen como mecanismo forzados. Estos deben contar con un coeficiente K igual o inferior a 0,4 w/metro cuadrado °C (=0,35 Kcal/h. m2.°C).
Mas parámetros a considerar sobre el transporte de alimentos
Otro parámetro a tener en cuenta en relación al transporte de alimentos a temperaturas reguladas también se vincula con el vehículo. De los cuales existen tres tipos. La clase de automóvil refrigerante está provisto con materiales aislante en su composición, dispone de una fuente de frío. Este suministro puede tener distintos orígenes, entre los que destaca, las placas eutécticas y gases licuados con o sin regulación de evaporación. También puede proceder de hielo, ya sea hídrico con o sin sal, o carbónico con o sin regulación de sublimación.
Cabe destacar que este tipo de vehículo debe tener uno o varios recipientes o depósitos reservados al agente frigorífico. La finalidad la carga o recarga desde el exterior. Por otro lado, este mecanismo se considera distinto de un equipo mecánico, el cual permite bajar la temperatura en el interior de la caja vacía y mantenerla después con una temperatura exterior media de +30°C. En función de esto, se comprenden cuatro tipos en relación con su potencia refrigerante dentro de la caja. Es decir, que los de clase A cuentan con un límite máximo de +7°C, los de tipo B poseen -10°C, la clase C puede llegar a -20°C y por último la clase D, que llegan hasta los 0°C.
Para finalizar la normativa en relación al tipo de vehículo, tenemos la tercera categoría, que se refiere a los de tipo frigorífico. Estos medios de transporte de alimentos son isotermos. Están dotados de un dispositivo de producción de frío individual o colectivo para varios automóviles. Un ejemplo clásico que ilustre el enunciado son los grupos mecánicos de comprensión. Estos permiten, para una temperatura exterior media de +30°C, bajar los niveles en el interior de la caja vacía y mantenerla después de manera permanente.
Un tema aparte en la cadena de frío de los alimentos es el uso que se le da en esta área al nitrógeno, de hecho son múltiples los beneficios de la refrigeración con nitrógeno
Puede que también te interese leer: ¿Quieres aprender sobre armarios de congelación con gas criogénico? y ¿Sabes cuál es la influencia del frío criogénico en la estructura alimentaria?