La polisomnografía es un estudio de descanso nocturno cuyo objetivo es identificar trastornos, como la apnea del sueño. Para concretar un diagnóstico certero se registran simultáneamente variables relevantes de origen neurológico y respiratorio. Por ejemplo, la actividad eléctrica cerebral, movimientos oculares, respiración, oxigenación, electrocardiograma, esfuerzo respiratorio, posición corporal y movimiento de extremidades. Con estos datos se procede a evaluar la cantidad y calidad del sueño.
Este examen es sumamente sencillo. No causa dolor y no es invasivo, por tanto, no produce complicaciones o efectos secundarios. Excepto que, la exposición a los adhesivos de los sensores puede causar una pequeña irritabilidad de la piel. Para que la polisomnografía tenga éxito, el paciente debe pasar una noche en la clínica. La finalidad de esto es monitorear posibles fuentes de obstrucción del sueño.
Pese a que esta última condicionante, de por sí, puede definirse como un factor que altera las condiciones estándares de descanso, este estudio se realiza con equipamiento de última generación. Cuyo diseño se patentó para conjugar una dupla perfecta: máxima comodidad con óptima precisión de resultados. Es decir, se pone a disposición toda una maquinaria para procurar la normalidad de reposo del afectado. La persona duerme en una habitación acogedora similar a un cuarto de hotel. El registro se efectúa a distancia desde una unidad de monitorización que cuenta con un circuito cerrado de video.
En la polisomnografía trabajan profesionales de la salud en dos etapas. Los enfermeros con certificación por la Academia Americana de Medicina del Sueño se encargan de instalar los equipos y monitorear. Por su parte, un médico neurólogo revisa los datos registrado para finalmente generar el informe. Precisamente aquí radica la importancia del estudio, ya que las entrevistas que se realizan al paciente y su pareja generalmente no son tan precisas y no cuentan con una óptica especializada. Mas puntualmente, determinar la severidad del trastorno y recetar un tratamiento eficaz, depende de la precisión del diagnóstico, lo que solo se logra por esta vía.
Tipos de polisomnografía y sus aplicaciones específicas
Cabe destacar que, este estudio cuenta con distintas variantes de este examen, que se aplican, específicamente, según la patología que se desea detectar. En primer lugar, tenemos la más conocida. Se le determina con el nombre de polisomnografía basal, la cual consiste en el registro no invasivo de las condiciones del sueño durante una noche. En este tiempo se graba al paciente para analizar las variables en su conjunto.
En segunda plana se encuentra la polisomnografía con titulación de CPAP/BiPAP, cuyo registro es similar al anterior. Siendo la única diferencia que se le agrega alguna modalidad de ventiladores no invasivos durante la noche de estudio. La solicitud la debe realizar el médico tratante.
Por último, tenemos la polisomnografía en noche dividida. En esta variante del método se efectúa un diagnóstico durante las primeras dos horas del examen. En función de esto y del cumplimiento de algunos requisitos técnicos de las pausas respiratorias y la disminución del oxígeno saturado se determina la necesidad de aplicar la titulación CPAP.