Los analizadores de gases en sangre son estudios conocidos como gasometría. La técnica es de aplicación común en laboratorios de patología y bioquímica de los hospitales. La función del analizador de gases sanguíneos es analizar los niveles de dióxido de carbono y oxígeno en las muestras de sangre. Una vez se obtiene esos resultados, se puede determinar si el paciente padece problemas respiratorios y metabólicos.
La precisión de los datos analíticos depende en gran medida de una selección adecuada, tanto de equipos como de los gases especiales. Es decir, la calibración rutinaria del agente analizador se hace por medio de una mezcla gaseosa esencial para garantizar la exactitud sistemática. La mixtura de los analizadores de gases en la sangre y su funcionamiento comprende balances de los siguientes elementos en familias binarias en porcentajes que oscila de 1 al 50%: de nitrógeno, dióxido de carbono, hidrógeno y oxígeno.
Su presencia en el proceso tiene el objetivo de proporcionar los puntos de calibración inferior y superior. En términos más específicos, los médicos utilizan los resultados obtenidos de estos exámenes para diagnosticar perturbaciones ácido-base y problemas respiratorios a partir de la calidad el tránsito de oxígeno y dióxido de carbono en los alvéolos pulmonares. Por esta razón, los analizadores de gases en sangre arterial son una de las formas más efectivas para valorar la función pulmonar. Pero, la gasometría también aplica en otros parámetros, como las mediciones del pH
Procedimiento y cálculos de los analizadores de gases en sangre
Hasta este punto podemos concluir que el analizador de gases sanguíneos estudian de manera simultánea el estado ventilatorio, de oxigenación y de ácido-base. La muestra sanguínea generalmente es arterial. Es decir, se obtiene de la vena femoral en la ingle, humeral en el brazo, o radial en la muñeca. Sin embargo, en situaciones especiales esta puede realizar en sangre venosa periférica o sangre venosa mezclada.
En cuanto al procedimiento, primero se aplica anestesia local, utilizando anticoagulantes, más comúnmente heparina. Luego seleccionará el punto de extracción y se limpiará la piel con una sustancia antiséptica. El médico o enfermero palpará el pulso de la arteria y cuando la tenga localizada puncionará con una aguja estéril. Tras extraer la muestra se inicia la saturación arterial de oxígeno. Los cálculos los realizan aparatos especializados que cuentan con sensores cuya función es medir la presión de oxígeno, dióxido de carbono y pH. Con los valores de estos últimos dos compuestos se determina la concentración de bicarbonato
Si el paciente está en terapia intensiva y requiere chequeos frecuentes se puede prescindir de este método. En este escenario se realiza la medición mediante sensores en forma de pinza que se colocan en el lóbulo de la oreja o en un dedo. Este procedimiento se denomina saturometría de pulso (SpO2).
Nosotros conocemos cuáles son los temas de tu interés, por eso sabemos que probablemente quieras leer: Co2 en la radiología y sus usos
Si el paciente está en terapia intensiva y requiere chequeos frecuentes se puede prescindir de este método. En este escenario se realiza la medición mediante sensores en forma de pinza que se colocan en el lóbulo de la oreja o en un dedo. Este procedimiento se denomina saturometría de pulso (SpO2).
Nosotros conocemos cuáles son los temas de tu interés, por eso sabemos que probablemente quieras leer: Co2 en la radiología y sus usos
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]