La ionización de llama es un método detector aplicado en la de cromatografía de gases, que consiste en la separación de elementos en dos fases. Cabe destacar que existen varios detectores, en este punto nos enfocaremos en el de ionización de flama, ya que es la técnica por excelencia para los gases. Su extensión domina los mercados petroquímicos, farmacéuticos y de gas natural.
La razón de su popularidad es que son equipos de bajo costo, fáciles de operar, no requieren mucho mantenimiento y sus intervalos de respuesta son lineales. Ahora bien, la ionización de llama es una técnica analítica que utiliza una flama de aire o hidrógeno para oxidar las moléculas orgánicas. Esto produce partículas con carga eléctrica, es decir, iones que se recogen hasta producir una señal eléctrica, que luego debe medirse.
El proceso de medición, al igual que otros detectores aplicados a la cromatografía de gases, se realiza a través de un gas portador con pocas impurezas. Pero el detector de ionización de flama es también extremadamente sensible a las impurezas de hidrocarburo, del suministro de hidrógeno y al aire de la llama. Estas impurezas pueden aumentar el ruido de línea base y reducir la sensibilidad del detector. Por esta razón se necesita una mezcla de calibración.
La ionización de llama permite el análisis de muestras contaminadas
En términos más razonables, el detector de ionización de llama es básicamente un quemador cargado de hidrógeno u oxígeno, donde se mezcla el efluente de la columna (gas portador y analito), con hidrógeno. La mixtura de este gas enciende una chispa eléctrica y en consecuencia se produce una llama de alta temperatura.
La flama del resultado es de alto provecho, ya que la mayoría de los compuestos orgánicos al someterse a altas temperaturas pirolizan. Sin embargo, se descomponen físicamente, y finalmente se producen iones y electrones, que son conductores eléctricos. La desventaja es que la combustión destruye por completo la muestra.
Luego se pueden aproximar el número de iones producidos en relación al de átomos de carbono transformados en la llama. Lo que significa que el detector de ionización de llama es sensible a la masa. Más concretamente, es mucho más vulnerable al número de átomos de carbono que salen de la columna que a la concentración. Por lo tanto, no le afectan demasiado los cambios en el flujo de salida.
A diferencia de otras técnicas de este tipo, la ionización de flama permite analizar muestras contaminadas con el dióxido de carbono, dióxido de azufre, agua y óxidos de nitrógeno. Esto se debe a que estos gases inflamables, al igual que otros grupos funcionales como el carbonilo, alcohol, halógeno o amina, no reaccionan al detector.
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A diferencia de otras técnicas de este tipo, la ionización de flama permite analizar muestras contaminadas con el dióxido de carbono, dióxido de azufre, agua y óxidos de nitrógeno. Esto se debe a que estos gases inflamables, al igual que otros grupos funcionales como el carbonilo, alcohol, halógeno o amina, no reaccionan al detector.
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