La terapia de oxígeno hiperbárico (TOH) es una estrategia terapéutica que cobra importancia dentro de la cicatrización de heridas crónicas en el cuerpo humano. Tales heridas de la más alta gravedad deterioran significativamente la calidad de vida y tienen un costo económico elevado para los pacientes y el sistema de atención de la salud.
Hay estudios que demuestran que la terapia de oxígeno hiperbárico puede mejorar la curación de las heridas crónicas. Mediante la disminución de los efectos adversos de factores como la hipoxia tisular, la infección de la herida, el edema, el estrés y ciertas drogas.
En una cámara de oxigenoterapia hiperbárica, la presión del aire puede alcanzar tres veces más
que la presión del aire normal. En esta condición, los pulmones pueden respirar
más oxígeno de lo que sería posible
respirando oxígeno puro a una presión de aire normal.
La sangre transporta este oxígeno a todo el cuerpo. Y, por lo tanto, se ayuda a combatir las bacterias y a estimular la liberación de “factores de crecimiento” y “células madre”, procesos que favorecen la cicatrización.
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Efectos de la terapia de oxígeno hiperbárico en infecciones de heridas
Una de las razones más frecuentes por las que aparecen los trastornos de la cicatrización es la infección. En ella, los microorganismos consumen cantidades muy elevadas de oxígeno y así empiezan a contribuir con la aparición de hipoxia tisular. Por eso, la terapia de oxígeno hiperbárico es una de las soluciones para prevenir y comenzar el tratamiento de la infección que resulta trascendental para asegurar una cicatrización adecuada.
Sucede que el oxígeno es una molécula importante en la función de combatir la infección en los procesos de cicatrización. Se conoce desde hace mucho, que las heridas hipóxicas frecuentemente están infectadas. La eliminación oxidativa de los microorganismos es el sistema inespecífico de defensa principal de las heridas. De esta forma, el oxígeno funciona como sustrato para generar cantidades elevadas de oxidantes y matar a los microorganismos.
Ante la presencia de hipoxia, el sistema enzimático de eliminación de microorganismos dependiente de oxígeno es incapaz de presentar una eficacia suficiente ya que no existe sustrato enzimático. Por lo tanto, la actividad de la enzima NADPH oxidasa es afectada por la presión parcial de oxígeno. La terapia de oxígeno hiperbárico restablece la capacidad bactericida de los leucocitos en las heridas hipóxicas mediante el aumento de la presión de oxígeno tisular.
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¿Para qué puede aplicarse esta terapia?
Otros beneficios del
aumento en la presión del oxígeno en los tejidos pueden incluir: mayor y mejor suministro de oxígeno en el
cuerpo, así como reducción de la hinchazón y edemas y la detención de una
infección.
Como ya fue mencionado, la terapia de oxígeno hiperbárico puede ayudar a que las heridas, especialmente las infectadas, sanen más rápidamente. Este tratamiento se puede utilizar para:
- Embolia aérea o gaseosa
- Infecciones óseas (osteomielitis) que no mejoran con otros tratamientos
- Quemaduras
- Lesiones por aplastamiento
- Lesiones por congelamiento
- Intoxicación con monóxido de carbono
- Ciertos tipos de infecciones sinusales o cerebrales
- Enfermedad por descompresión
- Gangrena gaseosa
- Infecciones necrosantes de tejidos blandos
- Lesión por radiación
- Injertos de piel
- Heridas que no hayan sanado con otros tratamientos
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