Una de las innovaciones más favorables para el sector metalúrgico es la conversión de dióxido de carbono (CO2) en carbono sólido. No es un secreto que el mayor reto de la industrialización es la alta propagación del este gas en el medio ambiente. Debido a que es sinónimo de graves consecuencias ecológicas y sanitarias. En este artículo vamos a aprender sonre el dióxido de carbono en estado sólido.
Los niveles de contaminación son tan críticos que su impacto en el calentamiento global altera cada vez más a la comunidad internacional. Sin embargo, a medida que avanza la tecnología y la ciencia se van patentando opciones más saludables. El método de dióxido de carbono en estado sólido, es viable por primera vez, hace una emisión invertida.
El hallazgo fue realizado por un grupo de investigadores de RMIT de la Universidad de Melbourne, Australia. Los científicos determinaron que para conseguir el carbono sólido había que usar metales líquidos como catalizadores. Lo cual podía devolver el gas a un estado de carbón a temperatura ambiente. Con esto se evitó la aplicación elevada de calor y presión para cambiar el gas, proceso que aún genera muchos riesgos.
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Más específicamente, el CO2 se disuelve en un recipiente, luego se mezcla con un líquido electrolítico y una pequeña cantidad de metal. Finalmente, se carga con una corriente eléctrica. De esta forma el gas se va degradando en escamas de carbono sólido, que se despegan de manera autónoma de la superficie del metal líquido, lo que permite una producción fluida.
Ahora, la interrogante es: ¿Por qué no se había logrado antes? Simplemente porque se tenían en mente otros objetivos: la conversión se había centrado en llevar el gas a una forma líquida que pudiera insertarse a un kilómetro bajo tierra, una profundidad donde podría encontrarse petróleo o carbón en estado natural.
Pero las prácticas de este método tienen dificultades técnicas, económicas y de seguridad medioambiental, por el riesgo de fugas.
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Usos de la reversión al carbono solido
Pese a que la conversión del CO2 a carbono sólido aún es una patente incompleta porque no puede aplicarse a gran escala, los científicos aseguran que se puede ir perfeccionando hasta alcanzar los objetivos deseados.
Por otro lado, el resultado no es solo el carbono sólido. De este proceso se logra destilar una carga eléctrica que puede convertirse en un súper condensador, lo que puede posteriormente utilizarse como componente de futuros vehículos. También se produce un combustible sintético que tiene múltiples aplicaciones industriales.
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