El aire medicinal comprimido es una mezcla de gases transparentes que se caracteriza por conformar un elemento sin sabor e inodoro. El aire no es inflamable ni corrosivo. Así mismo, en su estado líquido aunque es transparente presenta un leve matiz azulado.
En la medicina, el aire medicinal comprimido se utiliza en conjunto con tratamientos de alta humedad. En estos casos se emplean atomizadores en su proceso, en tratamientos pediátricos y en general en todo tipo de terapias respiratorias. Se usa más que todo en pacientes en los que esté contraindicado el aumento del suministro de oxígeno atmosférico.
Al ser a su vez una mezcla de gases medicinales, el aire comprimido también es un gas para la inhalación en botella. Generalmente está indicado en la alimentación de los respiradores en anestesia-reanimación y en vector de los medicamentos para inhalación administrada mediante nebulizador.
Sin embargo, aunque el aire es uno de los gases más comunes tanto en el área medicinal, como la alimentaria y en los laboratorios, es necesario cuestionar: ¿conoces todo el mecanismo básico de cómo usar el aire medicinal? A continuación una guía elemental.
Este artículo te va a interesar: ¿Sabes cómo se produce el oxígeno medicinal?
Advertencias y precauciones del uso de aire medicinal comprimido
Lo primero que debes tener en cuenta es que antes de iniciar el tratamiento con el aire medicinal comprimido, debes asegurar que su administración sea a presión atmosférica, tal como la presión del aire en la atmósfera.
Al mezclar el aire medicinal con otros gases para inhalación, siempre debe haber suficiente presencia de oxígeno, al menos 21% v/v. Por lo tanto, las mezclas de aire medicinal con otros gases siempre deben incluir oxígeno adicional de otras fuentes.
De igual forma, debes saber que si administra aire medicinal en tasas de flujo elevadas, puede que se note frío al tacto. También es necesario estar en conocimiento de que la administración de aire medicinal comprimido puede causar enfermedad por descompresión y toxicidad del oxígeno.
La enfermedad por descompresión puede producirse durante la transición de un exceso de presión a presión normal y puede causar dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión, a veces parálisis e inconsciencia, incluso la muerte.
Este artículo te va a interesar: ¿Cuál es la función de los gases en la anestesia general?
¿Cómo usar el gas?
Si de algo estamos seguros es de que la dosis pueden variar según las circunstancias en las que se utilice el aire medicinal. Al usar aire medicinal comprimido durante un tiempo prolongado, se recomienda que este sea humidificado. El personal sanitario va a indicarte cómo hacerlo.
El aire medicinal comprimido debe administrarse con un equipo especial: un catéter nasal o una máscara facial. El dispositivo debe utilizarse según lo descrito por el fabricante. El exceso de oxígeno sale del organismo por medio de la exhalación y se mezcla con el aire ambiente.
Durante la anestesia, se utiliza un equipo especial con sistemas de reinspiración o reciclaje de modo que el aire exhalado sea inhalado de nuevo. Se conoce como sistema de “reinspiración”.
Si no puede respirar de forma autónoma, puede que le administren el aire medicinal mediante una máquina de ventilación.
Lo que no debes hacer es:
- Es peligroso fumar cerca del cilindro que contiene este gas.
- No debes acercar el equipo a las llamas.
- Debes abstenerte de engrasar las superficies que entrarán en contacto o estarán cercanas a este gas.
Puede que también te interese leer: Sistema de aire medicinal: definición y aplicaciones básicas