El sistema de aire medicinal constituye una serie de elementos de aplicación esencial en hospitales y clínicas. Estos equipos de aire comprimido medicinal son comúnmente utilizados en tratamientos con aerosoles y terapias de ventilación. También con procedimientos estándar, por ejemplo, en la administración de la anestesia.
Más específicamente, podemos concluir que estos gases son de utilidad para tratar patologías vinculadas con los pulmones, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Para algunos pacientes; con aparatos respiratorios sumamente sensibles, afectados o delicados. El suministro fiable y de alta calidad es una excelente opción protectora de sus sistemas.
Ahora bien, si de funcionamiento se trata, el sistema de aire medicinal comprimido es un tratamiento farmacológico que se puede admirar eficazmente por inhalación. Básicamente, consiste en dirigir el gas directo a los pulmones. En este sentido, los nebulizadores se ocupan para suministrar medicamentos aspirados a pacientes que no pueden utilizar inhaladores convencionales. En este punto, el gas medicinal se puede utilizar para impulsar aire ambiental al equipo en cuestión, donde el fármaco en estado líquido se convierte en un vapor.
Cabe destacar que este tipo de compuestos gaseosos medicinales además se ocupan como un portador de sustancias estupefacientes en la anestesia por inhalación. Por otro lado, también es posible recurrir al óxido nítrico como sustituto del oxígeno. Esto con la intención de reducir la alta concentración de la exposición al gas atmosférico.
Gases comunes en el sistema de aire medicinal
Los gases que se operan en el sistema de aire medicinal comprimido poseen características básicas que los hacen aptos para consumo humano. Estos se conocen como oxígeno (O2), óxido nitroso (N2O), helio (He), dióxido de carbono (CO2) y nitrógeno (N2). También aplican mezclas de estos elementos.
Los primeros dos son los más comunes, siendo el oxígeno quien lleva la corona. Para aplicarlo se debe someter el gas a un método de destilación fraccionada, donde se enfría a los -183°C el compuesto que previamente se filtra y purifica. Una vez separado los compuestos, su campo de aplicación usual son terapias respiratorias e hiperbáricas, reanimación, anestesiología, cuidados intensivos, atmosferas artificiales y tratamiento de quemaduras e hipoxias. Debes saber cómo se produce el oxígeno medicinal
En cuanto al N2O, se obtiene por medio de la descomposición térmica del nitrato de amonio, el cual es sometido a temperaturas que oscilan entre los 245°C y 260°C. Luego mediante filtrados sucesivos se eliminan las impurezas. Normalmente se aplica como anestésico o analgésico y se prefiere debido a su velocidad de ingreso y egreso, lo que implica que le paciente retome sus actividades normales con premura.
Por otro lado, están las mixturas del sistema de aire medicinal, donde encontramos el vacío y el aire medicinal. El de primer orden es una depresión del aire atmosférico que se ocupa para drenar sangre o secreciones y para limpiar vías respiratorias, heridas de cirugía y quirófanos. Mientras que el segundo, una compresión de aire atmosférico purificado y filtrado, ocupa una mezcla de oxígeno y nitrógeno en proporciones 21% y 79% respectivamente. Se aplica tanto en tratamientos de incubadoras, oxigenoterapia y asistencia respiratoria; como en diagnóstico de análisis bilógicos, cromatografía y fotometría.
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